¿Qué son los calambres musculares?

Nuestros músculos son la puerta de entrada del cuerpo al movimiento. Son los únicos tejidos de nuestro cuerpo que pueden contraerse y mover las otras partes del mismo, por lo que dependemos en gran medida de ellos.

Son los músculos esqueléticos los que permiten el movimiento físico. Estos músculos estriados están unidos al hueso en al menos un lugar, y muchos se extienden a través de una articulación y se conectan a los huesos en cada extremo. Son la clave de todos nuestros movimientos conscientes.

CALAMBRES MUSCULARES

Dada nuestra dependencia de los músculos para el movimiento, cuando un músculo se acalambra, estamos consternados, porque, durante un breve período, no funcionan. Un calambre es una contracción fuerte y dolorosa de un músculo que se produce de forma repentina e involuntaria y que dura de unos segundos a unos minutos. Impide que el músculo funcione correctamente.

La mayoría de las personas experimentan calambres musculares en las piernas, pantorrillas y pies. Pueden manifestarse como un bulto de tejido duro visible bajo la superficie de la piel. Algunas personas son propensas a sufrir calambres musculares durante la noche – el endurecimiento de los músculos de la pantorrilla, el muslo o el pie que a menudo se produce cuando se despiertan o se duermen.

¿QUÉ CAUSA LOS CALAMBRES MUSCULARES?

Si bien se desconocen todas las causas de los calambres musculares, a veces se relacionan con una condición médica subyacente, como la compresión de los nervios, el agotamiento de los minerales y el suministro inadecuado de sangre. Generalmente, las personas son más susceptibles a los calambres musculares a medida que envejecemos, ya que pierden masa muscular y las fibras restantes se sobrecargan con mayor facilidad, nos explica Miguel Peña desde su clínica de fisioterapia Granada.

  • Los calambres musculares pueden ocurrir si un músculo está lesionado o sobrecargado o pueden ocurrir durante el ejercicio.
  • La reducción de minerales, a menudo debido al uso de diuréticos recetados para la medicación de la hipertensión, puede provocar calambres, al igual que una escasez de calcio, potasio y magnesio en su dieta.
  • Los calambres musculares durante el embarazo son comunes debido a la necesidad de minerales adicionales en la dieta durante el embarazo.
  • Si usted está deshidratado o expuesto a temperaturas frías, especialmente agua fría, sus músculos pueden contraerse.
  • Estar de pie sobre una superficie dura o sentado en un lugar durante un período de tiempo prolongado puede causar calambres, al igual que dormir con las piernas en una posición incómoda.
  • Además, si usted está tomando ciertos medicamentos, como píldoras anticonceptivas o esteroides, puede ser más propensa a los calambres musculares.

TRATAMIENTO PARA LOS CALAMBRES MUSCULARES

Para la mayoría de las personas, usted puede tratar los calambres usted mismo usando una variedad de remedios caseros para los calambres musculares:

  • Si encuentra que uno de sus músculos tiene calambres, primero intente masajearlo y estirarlo.
  • El calor puede aliviar algo de la incomodidad, así que tome un baño o una ducha caliente o aplique una almohadilla térmica en el área afectada.
  • Si prefiere probar el hielo, utilice una bolsa de hielo en su músculo, pero no lo coloque directamente sobre la piel; utilice un paño de cocina como barrera.
  • Tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos también puede ayudar a aliviar el dolor, y estos están disponibles sin receta médica.
  • Por último, asegúrese de no deshidratarse; beba líquidos. Las bebidas deportivas pueden ser útiles para aliviar los calambres en las piernas.
  • Si su calambre es un calambre en la pierna, trate de mover la pierna o de caminar. También debe estirar los músculos de la pantorrilla, ya sea de pie o sentado.
  • Por lo general, los calambres se aliviarán como resultado de uno o más de estos remedios caseros. Sin embargo, considere ver a su médico si los calambres no mejoran con el cuidado personal; ocurren frecuentemente; enrojecimiento, hinchazón o cambios en la piel inmediatos; causan dolor severo; o no parecen tener ninguna relación con el ejercicio, el uso excesivo o alguna causa en particular.

Si quiere prevenir los calambres musculares, mantenerse hidratado es su primera línea de defensa. Beber líquidos permite que sus músculos se contraigan y relajen. Mantenga una dieta saludable, rica en magnesio, potasio y calcio.

Hacer estiramientos antes y después del ejercicio es también una buena medida preventiva. Puede consultar a un fisioterapeuta sobre los mejores ejercicios de prevención a utilizar.