BMW ha querido conmemorar su 90 aniversario con la idea de rehacer una moto auténtica, con la posibilidad de personalizarla a su gusto, para los verdaderos aficionados, los puristas. Un roadster puro como los de antes. ¿Buscas una moto de ocasión? Encuentra tu moto segunda mano en concesionario Crestanevada.
De ahí nació la R Nine-T, la esencia misma de la moto, es decir, diversión, sencillez, ¡manteniendo un toque de modernidad y clase! No hay excesiva electrónica como estamos acostumbrados a ver en los otros modelos de la marca, aquí se conduce sin artificios, bueno no demasiado, con la fuerza de su experiencia.
El diseño
Una cosa está clara, lo han hecho muy bien con este modelo, porque aunque parezca bastante sencillo, tiene un acabado suntuoso y algunos detalles realmente bonitos de admirar.
El logotipo de BMW puede verse en el único faro redondo y en el motor, situado justo detrás de la rueda delantera.
Pero también sus llantas de radios, su soberbio depósito de aluminio con un acabado impecable, sus tomas de aire hábilmente situadas, su bucle trasero bien diseñado…
En resumen, se trata de una moto que está lejos de pasar desapercibida, ¡y eso nos gusta!
Por suerte la tenemos con dos opciones: protectores de cilindro y la línea Akrapovic en posición alta. El único inconveniente es que el silenciador en esta posición no permite…
Algunos detalles técnicos
En sus entrañas encontramos el «viejo» bicilíndrico plano refrigerado por aire que ha sido rediseñado para esta soberbia R Nine-T, desarrolla una potencia de 110 CV a 7.750 rpm y tiene nada menos que 119 Nm de par motor.
Tiene una transmisión por cardán, un clásico en la gama alta de BMW, que es extremadamente eficiente.
No hay Telelever para este modelo y dicho así no molesta porque las suspensiones son realmente muy efectivas, delante es una horquilla telescópica invertida de 46 mm de diámetro no regulable y detrás es un monobrazo de aluminio forjado con Paralever cuya precarga se puede ajustar.
La parte de frenado se confía a Brembo: delante, tenemos dobles discos flotantes de 320 mm con pinzas radiales de cuatro pistones y detrás un único disco de 265 mm con pinza flotante de 2 pistones, todo ello, por supuesto, con ABS de serie «made in» BMW.
El sonido es embriagador cuando lo enciendes (y no sólo), hay que decir que el Akrapovic en posición alta ayuda al sonido de la máquina, hace slam, petardea al decelerar, es estridente y viril, ¡es bueno!
Madre mía, este motor está vivo, ¡así que de eso se trata el par inverso! Es fantástico sentir cómo este motor tira hacia la izquierda en parado con el más mínimo giro del acelerador.
Tras este choque emocional, analizamos el salpicadero, dos cuentarrevoluciones, uno que representa los km/h y el otro las rpm. En el centro hay una pantalla digital que muestra información variada, como el consumo medio, los kilómetros recorridos, el trayecto A y B, la hora, el indicador de reserva, etc.
Está completo excepto por el indicador de combustible que falta, es cierto que a la antigua usanza pero aún así es casi indispensable para algunos. El conjunto es bastante visible a la luz del sol, aunque hay que admitir que tener una pantalla digital para los km/h es más fácil y seguro para la cartera
Los mandos son fáciles de usar; los intermitentes son un único interruptor, lo que no está mal para nosotros. No hay demasiados botones (ya que hay pocos componentes electrónicos), por lo que puedes concentrarte plenamente en la carretera.
Las manetas de freno y embrague son ajustables en distancia, de nuevo para una moto personalizada.
Los controles son suaves y tienen un buen tacto, ya sea el acelerador, el embrague, el cambio de marchas o los controles de freno, todo ha sido muy cuidadosamente trabajado.
El manillar es bastante ancho para tratarse de una roadster, pero ofrece un buen agarre y una posición diferente a la habitual en este tipo de motos. Puede ser un hándicap a la hora de viajar en una cola, pero es cuestión de acostumbrarse.
Una vez ajustadas las manetas y los retrovisores, puedes empezar a rodar, y hablando de estos últimos, ofrecen una muy buena visibilidad sin demasiadas vibraciones a velocidad constante, aunque en cuanto aprietas la maneta, empiezan a vibrar, debes saber que durante el uso diario esto no es nada molesto.
La posición es agradable, estás ligeramente apoyado en los antebrazos, lo justo para sentirte bien y no sentir la presión del viento, las piernas no están excesivamente flexionadas y esto incluso cuando mides 1,85 m, es una posición muy cómoda.
Sigamos en la comodidad, el sillín, a primera vista no muy grueso, ofrece al final un buen asiento, al haber hecho casi 300 km en su borde de continuación, mi tren trasero fue muy bien. Por otro lado, hubo un pequeño problema con la parte interior de mis muslos, el borde del sillín es bastante duro, al final del viaje sentí alguna molestia, por no decir un ligero dolor, pero esto no afectó en absoluto al placer que sentí sobre él durante todo el viaje.
Lo más sorprendente es su peso, una vez en carretera, nunca pensarías que pesa 222 kg a plena carga debido a su bajo centro de gravedad. A baja velocidad es muy fácil de controlar porque además de tener un buen reparto de pesos, tiene un buen ángulo de giro y un manillar ancho que te permite divertirte haciendo las maniobras del carnet de conducir sin la menor preocupación, ¡de momento es una moto sin fallos!