- Internet más rápido
Antes de COVID-19, muchas personas sólo disponían de Internet de alta velocidad en sus lugares de trabajo, pero tenían que sufrir en casa una conexión lenta o poco fiable en sus planes residenciales. Tras la gran migración del trabajo a casa de finales de marzo, cuando un gran número de oficinistas se trasladó a sus hogares, las líneas se han difuminado entre ambos, ya que ahora hay un enorme aumento del tráfico empresarial en las redes residenciales. Se ha pedido a servicios de streaming como Netflix, Disney y Stan, así como a redes sociales como Facebook y YouTube, que reduzcan la calidad del streaming de vídeo para evitar sobrecargar Internet, ya que muchos se ven obligados a trabajar en casa. El streaming de vídeo puede suponer más del 60% de los datos transmitidos desde los proveedores de internet a los consumidores, pero esta cifra ha aumentado al quedarse mucha gente sin trabajo.
- Aprendizaje a distancia
En la era de la automatización, la tecnología será esencial para reciclar a los trabajadores a distancia. Los fabricantes deberían ofrecer a sus trabajadores formación en línea y oportunidades de reciclaje. Así estarán en mejores condiciones de ofrecerles puestos más cualificados y, en consecuencia, mejor remunerados cuando la sociedad entre en una nueva normalidad.
Creo que COVID-19 ha demostrado la importancia de la preparación digital, que permite a las empresas y a la vida seguir como siempre durante una crisis. Crear la infraestructura necesaria para soportar un mundo digitalizado y asegurarse de que se utilizan las últimas tecnologías será esencial para que cualquier empresa siga siendo competitiva en un mundo posterior a COVID-19.
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