Pido disculpas por utilizar el tópico «nueva normalidad», pero realmente tenemos que aceptar que las prácticas y expectativas de las compras en la empresa moderna han cambiado y puede que nunca vuelvan a ser las mismas. Como resultado de los trastornos causados por COVID, las compras han dejado de ser una función administrativa y transaccional para convertirse en un importante canal de relación con clientes y proveedores.
El enfoque de la contratación va más allá de los costes
Hace tiempo que se pide que el aprovisionamiento deje de centrarse únicamente en la reducción de costes, pero el coronavirus ha acelerado ese movimiento al cerrarse las cadenas de suministro tradicionales. Los profesionales de las adquisiciones tuvieron que reorientarse rápidamente para considerar otras opciones de abastecimiento y las necesidades de la empresa, y no sólo los costes. Esto ha abierto el abanico para que las compras consideren su papel en la innovación empresarial y apoyen a la organización de nuevas formas.
Las cadenas de suministro no son tan sólidas como creíamos. Y por muy sólidas que sean las relaciones o los contratos en vigor, la pandemia ha demostrado lo fundamental que es la agilidad en el proceso de adquisición, especialmente cuando la cadena de suministro se interrumpe literalmente de la noche a la mañana.
El aprovisionamiento necesita algunas estrategias nuevas para seguir siendo relevante si quiere ayudar a fabricantes y distribuidores a navegar por el futuro con mayor agilidad y confianza.
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